En el marco de un encuentro ciudadano, las dos organizaciones acordaron unir esfuerzos que propicien una cooperación mutua, un intercambio de experiencias y un apoyo permanente que contribuya al logro de sus objetivos.
El acuerdo se dio en el marco de la charla que se llevó a cabo este viernes 23 de marzo sobre el proyecto de recuperación del Canal el Cedro Parque Lineal calle 153, que estuvo a cargo de Lina Sedano, Guber Zora, Leticia González, José Rafael Calvo y Hernán García, miembros de la Mesa ambiental y ciudadana de la Avenida La Sirena.
La arquitecta Diana Wiesner, directora de la Fundación Cerros de Bogotá, se mostró complacida con la iniciativa y manifestó que la Fundación Cerros de Bogotá ve con muy buenos ojos este tipo de propuestas que permiten mejorar las condiciones ambientales y sociales en la Ciudad.
Los proyectos ambientales deben ser sostenibles
“En procura de lograr la permanencia de un proyecto o una iniciativa de estas características, en la que se busca mejorar las condiciones ambientales y sociales de la comunidad, es importante conformar una organización que funcione como una empresa. Solo así se puede hablar de un ejemplo de economía verde o economía azul, en la que se promueva el desarrollo sustentable y amigable con los recursos naturales”, indicó Guber Zora, líder de la Mesa.
La recuperación de los cuerpos de agua en la Ciudad debe ser un compromiso de todos. Es un asunto que compete no sólo a las entidades públicas sino también a la comunidad, al sector educativo, a la empresa privada, a las universidades y a los medios de comunicación. Es una labor apremiante que nos debe convocar a todos, fue una de las conclusiones del evento.
Esta iniciativa que se ha venido proponiendo alrededor de la recuperación del canal El Cedro (quebrada) parque lineal calle 153, surgió luego de haber conocido un caso de éxito en Seúl, Corea del Sur, donde para recuperar el río Cheonggyecheong, que atraviesa una zona céntrica de la Ciudad, rompieron puentes y avenidas que estaban construidas sobre el cuerpo de agua.
Reconsideraron su antiguo modelo de progreso por uno más sostenible y amigable con el medio ambiente. Donde anteriormente había sólo cemento, tráfico y polución hoy hay un corredor verde que invita al sano esparcimiento, a la cultura y a la contemplación. Este es un referente de sostenibilidad a nivel mundial.
Promueven la cultura ciudadana y sensibilizan sobre el cuidado de los recursos naturales
“La mirla es un ave muy común que se adapta fácilmente a distintos ecosistemas, dada la variedad de su dieta. Se alimenta de frutos silvestres, principalmente, pero en su etapa juvenil se alimentan de invertebrados, como insectos y saltamontes. Ocasionalmente, de algunos vertebrados como los pichones de otras aves más pequeñas.
La mirla contribuye al equilibrio ecosistémico por ser dispersadora de semillas. Son territoriales y ágiles. Están dotadas de un sistema muscular óptimo que les permite moverse con rapidez en el vuelo y en la superficie terrestre. Viven en arbustos o en árboles. La hembra es ligeramente más gris que el macho. Este último tiene un aro alrededor de sus ojos y un canto melodioso que le permite cortejar a su “pareja”.
De esta manera, y con un disfraz alegórico a esta ave de la familia de los túrdidos, los integrantes de la Mesa ambiental de la Quebrada El Cedro llevaron a cabo su presentación en la reserva umbral cultural Horizontes, ubicado en la transversal 2 Este #78.
En esta aula ambiental se dicta semanalmente una charla alrededor de la ecología urbana. El espacio es conocido como Fruta al cerro y se lleva a cabo los viernes, a partir de las 7:30AM.